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"No quedaba rastro de todas las viviendas que había en el lecho de la riera" Josep Mª Pina y Núria Ollé https://www.rubi.cat/@@site-logo/ajuntament-de-rubi.png

"No quedaba rastro de todas las viviendas que había en el lecho de la riera"

Josep Mª Pina y Núria Ollé

Josep Ma Pina y Núria OlléJosep Mª Pina | Josep Mª Pina tenía dieciocho años el veinticinco de septiembre de 1962. Aquella noche volvía a casa después de dejar a su novia, ahora esposa, Núria Ollé, en su casa, en la calle Terrassa cuarenta y seis. La lluvia le obligó a agarrarse a una reja situada en la calle Justícia esquina con la calle Terrassa. La fuerza del agua la arrastraba, en aquellos momentos ésta ya alcanzaba unos niveles importantes. Mientras se mantenía cogido en la verja, un rayo iluminó la zona del barrio del Escardivol, que estaba todo inundado y apenas quedaba rastro de todas las viviendas que había en el cauce de la riera.

Cuando la fuerza del agua se lo permitió Josep Mª fue hasta el ayuntamiento para conocer de primera mano cuál era la situación en la población. En el ayuntamiento, el señor Pina recuerda que se encontró con el que sería alcalde unos meses más tarde, Manuel Murillo Iglesias.

A la mañana siguiente, no pudo ir a trabajar a la carpintería donde trabajaba, Joan Vila, pero sí a partir del día veintisiete, cuando empezaron a hacer jornadas dobles, pues por la mañana trabajaba en su puesto de trabajo y por la tarde iba a realizar labores de rescate. Todas las empresas de Rubí habían dado el listado de todos sus trabajadores a las autoridades para que se controlara si nadie asistía.

Durante aquellos días las personas que realizaban tareas de investigación iban en camiones hasta el Papiol, donde habían llegado muchos cuerpos de personas que habían sido arrastradas por el agua. En estos trabajos el señor Pina recuerda cómo encontró el cuerpo de un chico, imagen que le ha quedado grabado para siempre en su cabeza.

Josep Mª explica también cómo se salvaron unos tíos suyos que vivían en las viviendas de Can Rosinyol, en la zona del Escardívol. Un vecino, al ver cómo crecía el nivel del agua, fue casa por casa a decir que era mejor abandonar las viviendas porque posiblemente la riera se desbordaría. Los tíos del señor Pina fueron de los pocos que hicieron caso a las advertencias y se fueron de su casa, pues cuando giraron la cabeza a la altura de la antigua prisión vieron cómo todas las viviendas habían desaparecido arrastrando a todas las personas que estaban en sus interiores.

Núria Ollé | Núria Ollé era una chica de catorce años, que por aquellas fechas vivía con su familia en la calle Terrassa número cuarenta y seis. La señora Ollé recuerda cómo esa noche ella se había quedado a dormir en casa de una vecina que vivía en el número cincuenta de la misma calle Terrassa, una señora mayor amiga de la familia y que llevaba una pierna de madera. Aproximadamente a las diez de la noche la señora Trini, vecina de Núria, le preguntó si podía salir al patio para sacar la tapa del alcantarillado, pues se estaba haciendo un tapón y el husillo no podía tragar toda el agua. En cuanto Núria vio tanta agua, abrió la puerta de la calle y la fuerza que ésta llevaba, que en aquellos momentos ya alcanzaba una altura de un metro, la lanzó violentamente hacia dentro de la casa. Ante la imposibilidad de poder salir, la señora Ollé subió a contar a su vecina que no se podía salir, momento en el que vio a su padre en el balcón del número cuarenta y seis diciendo que no salieran bajo ningún pretexto de la casa, pues era lo más seguro.

La señora Ollé recuerda algunos hechos de aquella noche, como los escalofriantes gritos de los animales del matadero de Rubí, situado cerca del barrio del Escardívol, cuando eran arrastrados por la corriente del agua. También le ha quedado grabada la imagen del señor Galopa, vigilante de la pellería, que salvó su vida agarrándose a una viga de hierro hasta que pasó la fuerza del agua o la imagen de un padre subido arriba de un árbol con su hijo, a quien la fuerza del agua arrancó de los brazos de su padre, que no pudo hacer nada por salvar la vida del pequeño.

Núria Ollé recuerda cómo el agua que bajaba procedente de Terrassa lo arrastraba todo a su paso, lo que supuso que bajaran árboles, cañas y más suciedad provocando un tapón en el puente de la calle Cadmo. En un primer momento el agua fue inundando las calles del entorno, hasta que la fuerza del agua fue tanta que provocó la caída del puente, provocando la inundación del barrio del Escardívol arrasando todas las viviendas de la zona.

Los días siguientes a la riada, Núria Ollé, que trabajaba en la fábrica de Can Jorba, recuerda cómo tuvieron que trabajar limpiando las instalaciones de la fábrica.

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