La ampliación de los plazos en la ejecución de las obras impulsada por el Ayuntamiento beneficia a un centenar de promotores
Esta medida para minimizar los efectos de la crisis se ha acompañado de otras acciones para mantener correctamente los cierres de solares no edificados y las obras paradas.
El concejal de Desarrollo Urbano, Roger Garcia, ha hecho balance de las medidas impulsadas a mediados del 2009 desde el área para minimizar los efectos de la crisis en el sector inmobiliario y de la construcción. Un edicto aprobado en julio de ese año facilitaba que se ampliaran los plazos de inicio y finalización de las licencias para hacer obras particulares, dando de esta forma más tiempo para disponer de la financiación necesaria para sacar adelante las edificaciones.
En 2009, los promotores tenían 2 meses para poder iniciar las obras mayores y 2 años para finalizarlas, mientras que ahora los plazos se han ampliado hasta los 24 meses para iniciarlas y los 4 años para terminarlas. En el caso de las obras menores, se ha pasado de los 2 a los 6 meses para iniciarlas y del medio año a un año entero para terminarlas. El concejal de Desarrollo Urbano ha explicado que, de esta manera, 'los promotores de obras mayores han pasado de tener 2 años y dos meses en 2009 para llevar a cabo las obras a disponer de 6 años para terminarlas en el actualidad'.
Un centenar de promotores se han acogido a esta medida desde que se puso en marcha: 48 a lo largo del año 2009 y 46 más el año pasado. El edicto, que se puede consultar en www.rubi.cat, también establece, por primera vez, una serie de obligaciones para garantizar el correcto cierre de los solares que no llegan a edificar o aquellos con obras paradas. 'Hasta el año 2009 ya era obligado hacer el correcto mantenimiento de los solares. Con la publicación del edicto, sin embargo, el Ayuntamiento dio un paso más, detallando las condiciones que se tienen que cumplir', ha explicado García.
En este sentido, el concejal ha hecho referencia a más de 160 actuaciones, de las cuales 80 se realizaron en el año 2009 y 84 más el año 2010. La mitad de estas actuaciones están relacionadas con el cierre de recintos donde hay obras paradas o solares que finalmente no se han edificado.
Preocupación por las grúas
Uno de los elementos sobre los que el Ayuntamiento de Rubí ha prestado mayor atención en todo este proceso ha sido las grúas instaladas en obras paradas. Roger Garcia ha explicado que el consistorio ha adoptado un papel activo en el control de estas estructuras, a pesar de tener escasas competencias en este ámbito, dado que es obligación del promotor asegurar el mantenimiento de la grúa y es competencia del departamento de Industria de la Generalitat controlar que el mantenimiento se está haciendo, a pesar de que la obra esté parada.
El Ayuntamiento, con la aprobación del edicto de julio de 2009, intensificó las inspecciones e hizo un plan de seguimiento de la situación de las grúas paradas que había en Rubí a finales del 2009.
Después de varios encuentros con los promotores, con las empresas propietarias de las grúas y con los responsables del Departamento de Industria, el consistorio ha conseguido que se retiraran un total de 5 grúas y que en el caso de 3 más se reanudara su mantenimiento, a pesar de que las obras estén paradas.
'El proceso de retirada de una grúa es muy lento cuando no se encuentra al promotor propietario del solar donde están instaladas. En caso de que el Ayuntamiento detecte una falta de mantenimiento, el consistorio debe actuar de forma subsidiaria', ha aclarado el concejal. Entonces, hace falta una orden judicial que permita la entrada a la propiedad para que el Ayuntamiento encargue el desmantelamiento de la grúa. Sin embargo, esta actuación es complicada, porque el gruista no hace el desmantelamiento si nadie asume tanto el coste del tiempo que la grúa ha sido instalada y por el que no se le ha pagado, como el coste del desmontaje. Costes a los que aún hay que añadir los de almacenamiento de la grúa.
Actualmente, de las 5 grúas que hay en obras paradas en Rubí, 1 de ellas está pendiente de una orden judicial que permita entrar en el solar y proceder a su desmantelamiento. El consistorio tiene habilitada una partida para asumir los costes de aquellas estructuras con pocas garantías de mantenimiento y que, por tanto, puedan suponer un peligro.
En 2009, los promotores tenían 2 meses para poder iniciar las obras mayores y 2 años para finalizarlas, mientras que ahora los plazos se han ampliado hasta los 24 meses para iniciarlas y los 4 años para terminarlas. En el caso de las obras menores, se ha pasado de los 2 a los 6 meses para iniciarlas y del medio año a un año entero para terminarlas. El concejal de Desarrollo Urbano ha explicado que, de esta manera, 'los promotores de obras mayores han pasado de tener 2 años y dos meses en 2009 para llevar a cabo las obras a disponer de 6 años para terminarlas en el actualidad'.
Un centenar de promotores se han acogido a esta medida desde que se puso en marcha: 48 a lo largo del año 2009 y 46 más el año pasado. El edicto, que se puede consultar en www.rubi.cat, también establece, por primera vez, una serie de obligaciones para garantizar el correcto cierre de los solares que no llegan a edificar o aquellos con obras paradas. 'Hasta el año 2009 ya era obligado hacer el correcto mantenimiento de los solares. Con la publicación del edicto, sin embargo, el Ayuntamiento dio un paso más, detallando las condiciones que se tienen que cumplir', ha explicado García.
En este sentido, el concejal ha hecho referencia a más de 160 actuaciones, de las cuales 80 se realizaron en el año 2009 y 84 más el año 2010. La mitad de estas actuaciones están relacionadas con el cierre de recintos donde hay obras paradas o solares que finalmente no se han edificado.
Preocupación por las grúas
Uno de los elementos sobre los que el Ayuntamiento de Rubí ha prestado mayor atención en todo este proceso ha sido las grúas instaladas en obras paradas. Roger Garcia ha explicado que el consistorio ha adoptado un papel activo en el control de estas estructuras, a pesar de tener escasas competencias en este ámbito, dado que es obligación del promotor asegurar el mantenimiento de la grúa y es competencia del departamento de Industria de la Generalitat controlar que el mantenimiento se está haciendo, a pesar de que la obra esté parada.
El Ayuntamiento, con la aprobación del edicto de julio de 2009, intensificó las inspecciones e hizo un plan de seguimiento de la situación de las grúas paradas que había en Rubí a finales del 2009.
Después de varios encuentros con los promotores, con las empresas propietarias de las grúas y con los responsables del Departamento de Industria, el consistorio ha conseguido que se retiraran un total de 5 grúas y que en el caso de 3 más se reanudara su mantenimiento, a pesar de que las obras estén paradas.
'El proceso de retirada de una grúa es muy lento cuando no se encuentra al promotor propietario del solar donde están instaladas. En caso de que el Ayuntamiento detecte una falta de mantenimiento, el consistorio debe actuar de forma subsidiaria', ha aclarado el concejal. Entonces, hace falta una orden judicial que permita la entrada a la propiedad para que el Ayuntamiento encargue el desmantelamiento de la grúa. Sin embargo, esta actuación es complicada, porque el gruista no hace el desmantelamiento si nadie asume tanto el coste del tiempo que la grúa ha sido instalada y por el que no se le ha pagado, como el coste del desmontaje. Costes a los que aún hay que añadir los de almacenamiento de la grúa.
Actualmente, de las 5 grúas que hay en obras paradas en Rubí, 1 de ellas está pendiente de una orden judicial que permita entrar en el solar y proceder a su desmantelamiento. El consistorio tiene habilitada una partida para asumir los costes de aquellas estructuras con pocas garantías de mantenimiento y que, por tanto, puedan suponer un peligro.