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Rubí y Els Guiamets se hermanan en el compromiso de recuperar la memoria histórica El ejemplo del activista antifascista y superviviente del campo de exterminio de Ravensbrück, Neus Català Pallejà, une el municipio donde nació y la ciudad donde pasó buena parte de su vida adulta https://www.rubi.cat/@@site-logo/ajuntament-de-rubi.png

Rubí y Els Guiamets se hermanan en el compromiso de recuperar la memoria histórica

El ejemplo del activista antifascista y superviviente del campo de exterminio de Ravensbrück, Neus Català Pallejà, une el municipio donde nació y la ciudad donde pasó buena parte de su vida adulta

Neus Català y Pallejà en una imagen de archivo (foto: Gencat.cat).
Neus Català y Pallejà en una imagen de archivo (foto: Gencat.cat)

El activista antifascista Neus Català y Pallejà (Els Guiamets, 6 de octubre de 1915 - 13 de abril de 2019) fue la penúltima superviviente catalana viva del campo de concentración nazi de Ravensbrück. En el año 1978 se instaló en Rubí en el barrio de Las Torres, donde continuó su actividad política y de lucha feminista en las filas del PSUC. Desde su muerte, los Ayuntamientos de Rubí (Vallès Occidental) y Els Guiamets (El Priorat) han mantenido contactos con el objetivo de establecer relaciones de colaboración que han culminado en un preacuerdo de hermanamiento entre las dos poblaciones.

El hermanamiento de los dos municipios será en virtud de un compromiso para la recuperación y reparación de la memoria histórica en ambas poblaciones y un reconocimiento a las personas de ambas localidades que, como Català, fueron víctimas de la deportación. Así, los municipios se comprometen a hacer difusión de la memoria histórica de las dos poblaciones, apoyar las actividades que fomenten la cultura y la memoria histórica impulsando intercambios entre entidades y asociaciones y a fomentar las relaciones entre organizaciones políticas, culturales y de memoria histórica.

Neus Català dedicó la vida después de la liberación a restituir la memoria de los y las represaliadas por el fascismo. Con este hermanamiento, sus dos localidades nos comprometemos a seguir su ejemplo. Trabajaremos conjuntamente para recuperar, reparar, conservar y difundir su testimonio y el de todas las víctimas. Creemos que esta es la única manera de hacer persistir el legado de Neus y de reparar una injusticia histórica”, ha explicado la alcaldesa de Rubí, Ana María Martínez Martínez.

Por su parte, el alcalde de Els Guiamets, Miquel Perelló Segura, destacaba que “A pesar de las numerosas diferencias que existen entre nuestro pequeño pueblo y la ciudad de Rubí, hemos encontrado en la figura de Neus Català un vínculo que con este hermanamiento queremos hacer todavía más estrecho. La Neus Català es un símbolo de la lucha antifascista e internacionalista y una de las primeras que apostó firmemente por la recuperación de la memoria histórica. Así mismo, no queremos olvidar tampoco que siempre defendió en todas partes, sus orígenes en la Catalunya rural”.

Una vez logrado el hermanamiento, ambas administraciones facilitarán el conocimiento recíproco de las dos poblaciones, impulsarán programas destinados a realizar intercambios relacionados con la memoria histórica y apoyarán y ayudarán las entidades que fomenten la cultura y la memoria histórica.

Los dos municipios han querido anunciar este preacuerdo de hermanamiento el 27 de enero coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de las Personas Víctimas del Holocausto como homenaje a su memoria y para mostrar el firme compromiso de trabajo que supone este hermanamiento. A partir de ahora, se inician los trámites para hacer oficial el hermanamiento a través de un acuerdo que tendrán que aprobar los plenos municipales de las dos localidad y que certificará la relación de hermanamiento.

Una vida de lucha
Al estallar la Guerra Civil, Neus Català Pallejà organizó las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU) de su pueblo y se afilió también al Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC). En 1939 cruzó la frontera con unas 180 criaturas refugiadas de la Colonia infantil Les Acàcies de Premià de Dalt donde trabajaba como jefa sanitaria. Una vez en el exilio, en Francia, participó plenamente en actividades de la Resistencia. En 1943 fue denunciada a los nazis, detenida y recluida primero en la prisión de Llemotges. En 1944 fue deportada a Ravensbrück, un campo de concentración situado a 90 km de Berlín. Se le conocía como el campo de las mujeres porque, entre 1939 y 1945, estuvieron registradas 132.000 mujeres y niños, 20.000 hombres y 1.000 chicas adolescentes. En este campo de concentración acabaron muriendo más de 92.000 personas de una manera atroz.

Posteriormente fue trasladada a otro campo de concentración que dependía del campo de Flossenbürg, el Kommando de Holleischen, situado en la antigua Checoslovaquia. Neus Català Pallejà pasó 15 meses en los "malditos campos de la muerte", como ella los denomina. Fue finalmente liberada por soldados del ejército aliado en mayo de 1945, momento en que se comprometió a trabajar por la memoria de las personas que murieron. Entonces volvió a Francia, donde continuó la lucha clandestina contra el franquismo.

Militante del Partit dels i les Comunistes de Catalunya (PCC) y de Esquerra Unida i Alternativa (EUiA), fue socia de honor de la Fundación Pere Ardiaca, además de una de sus fundadoras. Català también fue presidenta del Amical Ravensbrück desde su fundación (2005) y fue reconocida con la Creu de Sant Jordi (2005), la Medalla de Oro al Mérito Cívico del Ayuntamiento de Barcelona (2014) y la Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya (2015). También fue escogida Catalana del Año en 2006.