La OMIC difunde una serie de consejos para afrontar las compras de Navidad de manera responsable

Se acerca la época navideña y, como suele ocurrir habitualmente, las compras de alimentación, regalos, juguetes, ropa, electrodomésticos y decoración, entre otros, aumentarán de forma significativa en la mayoría de los hogares. Por ello, desde la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de Rubí se ofrecen una serie de consejos para afrontar las compras de Navidad de forma responsable, solidaria y sostenible.

La OMIC recomienda a los ciudadanos que tengan en cuenta que el precio de algunos productos se incrementa alrededor de la Navidad. En este sentido, les insta a comparar los precios y la calidad de los productos y los servicios, y les recomienda comprar con tiempo los alimentos que se pueden congelar o almacenar, así como hacer las reservas de los regalos y de los alimentos que, por sus características, sólo se puedan adquirir a última hora.

En caso de utilizar la tarjeta de crédito, hay que identificarse para que el establecimiento compruebe que sois la persona titular de la tarjeta que se está utilizando. Es importante custodiar la tarjeta de crédito para evitar su pérdida, robo o cualquier uso fraudulento. También es muy útil pedir y conservar las facturas o tickets de compra, ya que son necesarios en caso de utilizar la garantía o de hacer alguna reclamación.

La OMIC también recuerda que la publicidad es vinculante y que se puede exigir su cumplimiento. Por lo tanto, hay que guardar los documentos de oferta de servicios, las instrucciones y los catálogos.

Recomendaciones a la hora de comprar juguetes
La Oficina Municipal de Información al Consumidor recuerda a los ciudadanos que se debe tener en cuenta la edad y la madurez de los niños a la hora de comprar los juguetes. Hay que valorar los contenidos de los juegos y los aspectos educativos, así como evitar la distinción sexista y la incitación a la violencia.

También se recomienda leer las etiquetas, las reglas y las instrucciones del juego. En este sentido, la OMIC incide en la importancia de fijarse en los datos mínimos obligatorios que deben aparecer: la marca CE –que significa que el juguete cumple las exigencias esenciales de seguridad contenidas en las normas comunitarias–, el nombre y la marca del producto, la razón social y la dirección del fabricante, importador o vendedor, y las instrucciones y advertencias de uso y restricciones de edad, si las hay.

Los juguetes de funcionamiento eléctrico deben especificar la potencia máxima, la tensión de alimentación que necesitan y el consumo energético que hacen. Los juguetes hechos con materiales renovables (madera, cartón...) tienen, usualmente, un impacto ambiental más bajo en el proceso de fabricación que los que se hacen mediante procesos industriales (materiales sintéticos, plásticos...).

Hay que comprobar si el juguete contiene piezas pequeñas que se pueden separar, si tiene partes o cantos que puedan pinchar o cortar y si dispone de aberturas donde el niño pueda introducir los dedos o las manos y no los pueda sacar.

A la hora de comprar videojuegos, hay que tener en cuenta que hay diferentes tipos en el mercado (de acción, de aventuras, de estrategia, de deportes, educativos, de fantasía, históricos, simuladores, rompecabezas...). Hay que elegir el videojuego más adecuado para la edad, personalidad y sensibilidad de la persona usuaria, especialmente si es menor de edad. También es importante comprobar que en el etiquetado aparezca la clasificación del videojuego, que hace referencia a la adecuación del contenido visual, pero nunca al grado de dificultad o a las habilidades que requiere; así como el Código PEGI, el código de conducta de la industria europea del software interactivo que establece una clasificación por edades y contenidos.

Navidad sostenible
La OMIC también recomienda optar por un consumo de proximidad y de comercio justo, así como intentar contribuir a una Navidad sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Así, se recomienda evitar los envoltorios innecesarios y reciclarlos para otros usos, utilizar las pilas recargables para los juguetes y los aparatos electrónicos, y comprar productos y servicios con distintivos oficiales de calidad ambiental. Si se compran electrodomésticos, hay que fijarse en el etiquetado energético y escoger uno de clase A (categoría más eficiente), ya que el consumo energético es más bajo.

Si se quiere comprar un árbol de Navidad, una buena opción es elegir uno que provenga de un vivero o plantación controlado.

Cuando acaban las fiestas, en casa suelen acumularse un montón de papeles, envoltorios y materiales que se pueden reciclar: el papel y el cartón, los árboles de Navidad y las botellas de vidrio y plástico, entre otros. Los juguetes que ya no se usan también pueden tener un nuevo uso, entregándolos a niños sin recursos.