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El mantenimiento de las zonas verdes de Rubí, cada vez más sostenible a nivel medioambiental El Ayuntamiento ha impulsado un plan que recoge, entre otros, la instalación de sensores de lluvia en diferentes parques de la ciudad. https://www.rubi.cat/@@site-logo/ajuntament-de-rubi.png

El mantenimiento de las zonas verdes de Rubí, cada vez más sostenible a nivel medioambiental

El Ayuntamiento ha impulsado un plan que recoge, entre otros, la instalación de sensores de lluvia en diferentes parques de la ciudad.
El Ayuntamiento de Rubí ha impulsado un Plan de mantenimiento sostenible de las zonas verdes del municipio que recoge una docena de actuaciones, algunas de las cuales ya se aplican con éxito desde el año 2003. Hasta ahora, el mantenimiento de la jardinería municipal se había hecho según criterios tradicionales, con la introducción progresiva de acciones encaminadas a reducir al máximo su coste medioambiental.

El nuevo plan, que pretende que el mantenimiento de las zonas verdes de Rubí se lleve a cabo bajo criterios de sostenibilidad medioambiental y a la vez abaratar los costes de estas tareas de mantenimiento, incorpora algunas de las acciones que se han introducido hasta ahora y otras nuevas.

Una de las novedades que contempla el plan es la resiembra de césped en superficies de más de 500 metros cuadrados con especies con baja necesidad hídrica y de bajo mantenimiento. Se trata de plantar semillas de especies que consumen menos agua en zonas donde aún están las especies tradicionales. Durante un período de unos 6 o 7 años convivirán las dos especies, hasta que a la larga predominarán las que necesitan menos agua para vivir. Se trata de una actuación que conlleva un gran ahorro de agua y, consecuentemente, un ahorro económico, pero que tiene efectos a largo plazo. La primera plantación se llevará a cabo este otoño. El Ayuntamiento ha previsto dos más: en primavera y otoño del 2011. Algunas de las zonas donde se llevará a cabo esta resiembra son la plaza de las Dunes de Can Sedó, las rotondas e islas de Can Rosés, el parterre de la calle Handbol y la plaza de Sant Jordi Park.

Otra de las novedades incluidas en el plan y que ya se ha llevado a cabo, en el marco del Pla de Voreres 2010, es la instalación de jardineras hidropónicas colgantes en la calle Francesc Macià. Se trata de unas jardineras que incorporan un depósito de agua en la base y que, por tanto, se tienen que regar con menos periodicidad (en verano, por ejemplo, sólo requieren 2 riegos a la semana, mientras que las otras necesitan ser regadas 5 veces en el mismo periodo de tiempo).

El plan también recoge la instalación de 13 sensores de lluvia en superficies de césped de más de 5.000 metros cuadrados, unos mecanismos que anulan el sistema de riego programado en caso de detectar que llueve. Los 13 sensores se instalarán en la rotonda ajardinada de la carretera de Terrassa - carretera de Sabadell, el Parc de Ca n'Oriol, en el Parc Ibèric, en el Torrent de las Abelles, en la zona verde del Pont de Can Fatjó, el Parc de la Pau i la Natura, en los parterres de las avenidas de Can Fatjó y de la Electricidad y los parques de Antoni Sedó y de Ca n'Alzamora.

El plan también contempla, tal y como dice la Ordenanza de Ahorro de Agua aprobada en el pleno del mes de marzo de 2010, la limitación del uso de césped en todos los proyectos nuevos a un máximo del 20%.

Otra de las novedades que incorpora el plan es la aportación de tierras vegetales (que se utilizan como abono) i de acolchados (la cobertura que se coloca en los alcorques de los árboles y que se obtiene de la trituración de residuos vegetales) en las zonas verdes de la ciudad. De esta manera, se aprovechan los residuos que se obtienen, por ejemplo, de la poda de los árboles o después de talar los árboles caídos como consecuencia de un temporal de viento, para devolverlos a la naturaleza, ya sea en forma de abono o bien de acolchado.

En el pliegue de cláusulas del nuevo contrato para el mantenimiento de las zonas verdes de Rubí, que desde agosto de este año lleva a cabo la empresa rubinense Parcs i Jardins Catalunya, se daba prioridad a las medidas de eficiencia medioambiental que contempla el plan, como la utilización de vehículos y maquinaria eléctricos (que consumen menos y hacen menos ruido) y de furgonetas que funcionan con biocombustible. Así, la empresa ya está haciendo el mantenimiento de los sectores de Las Torres y del Centro con 2 vehículos eléctricos (que consumen muy poco: unos 240 euros al año) y toda una serie de maquinaria eléctrica (2 sopladoras, 2 tijeras, 2 máquinas de hilo para desbrozar, 2 sierras eléctricas y 2 corta-vallas) que prácticamente no hacen ruido, con lo que se reduce la contaminación acústica. La empresa ha invertido más de 50.000 euros en la adquisición de las 2 furgonetas eléctricas y unos 12.700 euros más en la compra de la nueva maquinaria. Además, todos los vehículos de la nueva flota de Parcs i Jardins Catalunya funcionan con biocombustible.

Acciones que se han mantenido
Aparte de todas estas nuevas acciones, el Plan de mantenimiento sostenible de las zonas verdes también incorpora una serie de medidas que ya hace tiempo que se llevan a cabo.

Una de estas actuaciones es la utilización de especies arbustivas con un bajo requerimiento hídrico. A raíz de la sequía, el consistorio constató que era óptimo sustituir las especies que requieren mucha agua para sobrevivir por las plantas de temporada, que necesitan menos agua y que no se deben cambiar tan a menudo.

Otra de las acciones que ya se llevaba a cabo anteriormente y que se ha incluido en el plan es el uso de segadoras con el sistema recycler, que tritura los restos vegetales en fracciones tan pequeñas que no hay que recogerlas después de haber segado el césped, ya que se cuelan en el subsuelo y se incorporan a la tierra como materia orgánica. Así, se consigue un ahorro en el mantenimiento, a la vez que se abona la tierra. Además, este residuo crea una capa vegetal que retiene la humedad de la tierra, con lo cual no es necesario regar tan a menudo.

Por último, otra de las medidas incluidas en el plan que ya hace tiempo que se pone en práctica son los tratamientos fitosanitarios alternativos. En vez de pulverizar los árboles con un cañón, se inyecta el producto fitosanitario directamente a la cepa del árbol, con lo que se evita que el producto se esparza (hay que tener en cuenta que en ningún caso se utilizan productos nocivos). Otro de los sistemas alternativos utilizados es la llamada lucha biológica: se sustituye el uso de productos químicos por la introducción de pequeños insectos, por ejemplo mariquitas, que pueden combatir la plaga que se tiene que eliminar.