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El Ayuntamiento lamenta que el gobierno catalán no haya informado a los municipios de los cambios en el cobro de la RMI En Rubí hay 437 personas que reciben esta prestación, que supone su única fuente de ingresos. https://www.rubi.cat/@@site-logo/ajuntament-de-rubi.png

El Ayuntamiento lamenta que el gobierno catalán no haya informado a los municipios de los cambios en el cobro de la RMI

En Rubí hay 437 personas que reciben esta prestación, que supone su única fuente de ingresos.
El Ayuntamiento de Rubí considera una falta de respeto hacia los municipios que el gobierno catalán no les haya comunicado los cambios introducidos este mes de agosto en relación al cobro de la Renta Mínima de Inserción (RMI). Actualmente, un total de 437 rubinenses reciben la RMI, una prestación que otorga el departamento de Empresa y Empleo de la Generalitat de Cataluña. De cada una de estas personas dependen otras y esto hace que el número de beneficiarios de la ayuda se eleve hasta los cerca de 1.200.

A principios de agosto, la Generalitat decidió, sin aviso previo, que ese mes los beneficiarios de la RMI no cobrarían la ayuda por transferencia, sino con un cheque nominal enviado por correo certificado, con el objetivo de detectar posibles casos de abusos. Esta medida provocó una avalancha de quejas de muchos usuarios, muchos de los cuales afirmaban que no habían recibido el talón, que supone su única fuente de ingresos. De hecho, durante el mes de agosto, los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Rubí atendieron una media de 90 personas diarias, que pedían explicaciones de por qué no habían podido disponer de un dinero que para ellos es indispensable para subsistir en el día a día. Algunos perceptores de la RMI recibieron el talón en un domicilio anterior, a pesar de que habían comunicado el cambio de residencia al consistorio y éste lo había trasladado a la Generalitat. También se dieron casos de mujeres maltratadas que recibieron el talón en casa de su ex pareja, que tiene dictada una orden de alejamiento. A finales de agosto, aún había una docena de rubinenses que no habían cobrado la RMI. El consistorio se tuvo que hacer cargo de la cobertura de necesidades básicas de estas personas.

Según el consistorio rubinense, el departamento de Empresa y Empleo ha llevado a cabo estos cambios con 'deslealtad institucional, demostrando poca confianza hacia los técnicos municipales e, incluso, insinuando que estos mismos técnicos son cómplices de los abusos que hacen algunos de los perceptores de la RMI'. En este sentido, el consistorio quiere dejar claro que los técnicos municipales de Servicios Sociales son los primeros que velan para que todos los usuarios que reciben la RMI cumplan los requisitos establecidos por la propia Generalitat.

Además, el Ayuntamiento recuerda que los expedientes en favor de estas personas, aunque son tramitados por los trabajadores sociales, necesitan el visto bueno definitivo de una comisión en la que están representadas diferentes áreas de la Generalitat. Es decir, que ha sido la misma administración autonómica la que ha autorizado que estos perceptores tengan derecho a recibir la RMI en el marco del Programa Interdepartamental de Renta Mínima de Inserción (PIRMI).

Detección de abusos
Según el conseller de Empresa y Empleo, Francesc Xavier Mena, la excepcionalidad en el pago de la RMI del mes de agosto pretendía evitar los casos de abuso. Los principales sospechosos, como apuntó Mena hace unos días, son extranjeros que han vuelto a su país y que estarían cobrando la prestación a través de transferencias bancarias que han sido reconducidas a cuentas abiertas en entidades financieras extranjeras. Según el conseller, también hay perceptores que por causas familiares han vuelto a su comunidad autónoma de origen y siguen cobrando el subsidio. Y otro posible fraude, más difícil de detectar y, por tanto, de combatir, reconocieron fuentes de la conselleria, es el empleo sumergido.

Con el objetivo de detectar estos posibles casos de abuso, el departamento de Empresa y Empleo ha puesto en marcha una ronda de entrevistas personalizadas con los perceptores de la RMI. En el marco de este cuestionario se les pregunta si han salido del país en los últimos meses, si tienen deudas pendientes, si pueden mostrar los últimos movimientos de su cuenta bancaria y si han cambiado recientemente de residencia. En total, una decena de preguntas con las que la Generalitat trata de controlar cuántos receptores de la Renta Mínima de Inserción merecen seguir cobrando la ayuda.

El departamento de Empresa y Empleo ha comenzado a citar a los perceptores de la RMI por orden de antigüedad de la aprobación del expediente. Hoy por hoy, el Ayuntamiento tiene constancia de que una docena de rubinenses ya han sido citados y que 8 de ellos han acudido a la entrevista, que se realiza en la Oficina de Trabajo de la Generalitat (OTG) de Sabadell, en lugar de en la OTG de Rubí.

Regreso a la normalidad
El conseller de Empresa y Empleo, Francesc Xavier Mena, se comprometió hace unos días a recuperar, de cara a este mes de septiembre, el anterior sistema de pago de la Renta Mínima de Inserción (RMI), que volverá a pagarse con una transferencia bancaria, y no con un cheque como en agosto.

Desde el Ayuntamiento, sin embargo, recuerdan que hay 54 solicitudes tramitadas desde el 24 de marzo que aún no han obtenido respuesta y que hay un total de 17 expedientes aprobados desde la misma fecha que aún no han cobrado ninguna mensualidad.

La Renta Mínima de Inserción fue concebida en 1997 como una prestación social, destinada a personas en riesgo de pobreza severa o con graves problemas de exclusión. La crisis, sin embargo, ha ampliado el abanico de personas que cobran este subsidio. Y es que muchos trabajadores que se han quedado sin trabajo, a pesar de no ser personas en riesgo de exclusión social, después de agotar el paro y la ayuda de 400 euros que durante seis meses concede el Gobierno a los que se encuentran desempleados, tienen la RMI como única fuente de ingresos. La RMI, sin embargo, no es un subsidio a cambio de nada, sino que tiene como obligación la voluntad de lograr la reinserción social a través de cursos formativos.