Rubí proclama que no tiene miedo ante el terrorismo

Alrededor de 700 personas han desbordado este jueves la plaza Pere Aguilera para reafirmar su rechazo al terrorismo y expresar apoyo incondicional a las víctimas, muy especialmente a la familia de los dos rubinenses que perdieron la vida en el atentado de las Rambles. Bajo el lema Rubí no tiene miedo, la ciudad se ha unido una vez más para hacer frente a la tragedia y reivindicar los valores de una sociedad cohesionada.

El acto se ha cargado de emoción desde el inicio, cuando el padre de Xavi, el pequeño muerto en el atentado, ha salido del Ayuntamiento acompañado del sustituto del imán de la mezquita de Rubí y se han fundido en un abrazo. Un gesto al que se ha acabado añadiendo también la madre del niño.

Tal y como consensuaron los grupos municipales, la concentración ha otorgado un protagonismo destacado a los cuerpos de seguridad y emergencias, con la voluntad de reconocer su labor incansable tanto en la investigación posterior a los atentados como en la atención a las víctimas. Así, el parlamento central del acto ha corrido a cargo del inspector jefe de la Policía Local, Oriol Sánchez, quien hablado en nombre de todas las fuerzas de seguridad, reunidas tras él: "Todas las personas que prestamos servicio a la Administración somos hombres y mujeres como cualquiera de vosotros, con nuestras virtudes y nuestros defectos, y somos un reflejo de la sociedad a la que servimos y a la que pertenecemos".

El policía rubinense ha reivindicado el trabajo conjunto contra las desigualdades como el mejor camino para combatir el terror. "Esta coordinación y la imprescindible colaboración de la ciudadanía, pero también la mejora en campos como la cohesión social y la lucha contra las desigualdades crecientes [...], deben permitir seguir luchando contra quienes quieren destruir nuestro modelo social con ataques como el que hemos sufrido tan de cerca y tan recientemente", al tiempo que ha alertado del riesgo de juzgar el Islam por los crímenes que cometen los terroristas en su nombre.

Sánchez ha cerrado su intervención lanzando un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía: "La mejor manera de rendir homenaje a las víctimas y hacer frente a las amenazas es no tener miedo, seguir adelante, hacer todo lo que caracteriza a nuestras comunidades, convivir en los espacios públicos, manifestarnos, ir a conciertos o fiestas de todo tipo".

La alcaldesa de la ciudad, Ana María Martínez, ha intervenido a continuación para apelar a los sentimientos y a la fuerza de los rubinenses: "Nunca una acción de este tipo provoca indiferencia en una población luchadora y solidaria como la nuestra pero, cuando nos toca de lleno, el dolor se convierte en inaguantable. Rubí, ciudad de acogida, de paz y de solidaridad. Ciudad de luchas compartidas. Una ciudad fuerte que, estoy convencida, dará lo mejor de sí misma para sobreponerse a la barbarie".

La máxima responsable municipal también ha reivindicado la necesidad de no tener miedo y seguir trabajando por una sociedad más libre: "Juntos, juntas, combatiremos el fanatismo que busca atemorizarnos, paralizarnos, generar pánico, terror y desconfianza [... ]. A pesar del profundo dolor que impregna nuestros hogares y los espacios compartidos de nuestra ciudad, no desfalleceremos y defenderemos los valores democráticos y protegeremos nuestra libertades".

Con una referencia final a los dos rubinenses que perdieron la vida en los atentados, Martínez ha cerrado su discurso y ha dado paso a un minuto de silencio, sólo interrumpido por la interpretación final de El cant dels ocells a cargo de un profesor de la Escuela Municipal de Música Pere Burés.

Imagen de unión
Una vez terminado el acto, la familia del pequeño Xavi y el representante de la mezquita de Rubí se han acercado juntos al espacio de la plaza donde se acumulan desde hace días flores, velas y peluches en recuerdo de las víctimas para depositar un ramo.

No ha sido la única imagen de unión que se ha vivido este jueves, ya que la movilización ha contado con una nutrida representación de la comunidad musulmana de la ciudad, que ha querido evidenciar de este modo su repulsa hacia cualquier tipo de violencia infligida en nombre de la religión islámica. Alrededor de 250 personas de este mismo colectivo ya se concentraron el martes delante del Ayuntamiento convocadas por la entidad Rubí Sociocultural e Integración.