Encara hi ha flors

El club de lectura criminal está dedicado a las novelas negras, entendidas en el sentido más amplio del término: policiacas, detectivescas, de misterio, thriller. Un libro cada mes, de octubre a junio. En la programación veréis que os proponemos historias escritas y publicadas por escritoras y escritores de los países catalanes.

El tercer martes de cada mes (con algun cambio excepcional), nos reuniremos habiendo leído el libro y la autora o el autor que nos acompañarán. Ellas y ellos participarán en la sesión en que podremos escuchar de primera mano cómo y por qué han creado estos mundos. Podremos intercambiar ideas, exponer nuestras interpretaciones, podremos plantear preguntas. Sin darnos cuenta, empezaremos a reconocer la literatura y las personas cercanas que crean historias tan grandes como puedan ser las novelas negras extranjeras.

Encara hi ha flors, con Margarida Aritzeta.

Poco podía imaginarse Káputx cómo se enredarían las cosas cuando recibió el encargo de desplazarse a La Malvasia, una casa cerca del monasterio de Santes Creus. La propietaria, una arquitecta que quiere convertirla en una casa rural de lujo, le pide que recoja las leyendas locales sobre bandoleros para que la zona tenga un atractivo turístico nuevo. Pero en aquella casa, todavía en obras, ya se han vivido diversas amenazas (ruedas pinchadas, pintadas hechas con sangre) y Káputx encontrará un ambiente inquietante, hasta fantasmagórico. ¿Quiénes son el abuelo, la niñera y el bebé que rondan por la casa? ¿Quién es el hombre que camina con una soga a punto? ¿Puede ser que sólo sea Káputx quien vea aquellos muertos? ¿Qués pasó, en La Malvasia? ¿Qué secretos de las familias que vivieron perduran hasta hoy? ¿Es necesario remover el pasado?

Margarida Aritzeta i Abad (Valls, Alt Camp, 1953). Entre los años 2006 y 2010 fue directora general de Acció Departamental en el gobierno de la Generalitat de Catalunya. Es miembo del Consecll de redacció de Serra d'Or, de la Associació Internacional de Llengua i Literatura Catalanes, del Centre Català del PEN Club y del secretariado de mujeres de esta entidad, entre otras asociaciones. Asimismo, de 1995 a 1999 representa a la Associació d'Escriptors de la Junta de Govern de la Institució de les Lletres Catalanes. En 2018 la Generalitat le concede la Creu de Sant Jordi por "la calidad de su obra literaria". En 2019 sustituye a Isabel-Clara Simó como degana de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). Es socia de la Associació d'Escriptors en Llengua Catalana.